Hilo dental o irrigador bucal
Muchas personas tienen grandes dudas sobre que es más efectivo: ¿Usar el hilo dental o un irrigador bucal? Responderemos a esta gran cuestión viendo las principales diferentes entre ambos utensilios bucales.
¿Para qué sirve cada uno?
Antes que nada, veamos qué función cumple cada artículo en la higiene dental:
Hilo dental
Se utiliza para limpiar los espacios interdentales, eliminando restos de comida con una consistencia pegajosa (lo que se conoce como placa).
Se recomienda usar hilo dental diariamente. Para que sea efectivo, debes rodear el diente con el hilo en forma de “C”, moviéndolo arriba y abajo por el lado del diente y bajo las encías. Sin embargo, el hilo dental solo alcanza hasta 1-3 mm en el bolsillo gingival.
Si tienes enfermedad de las encías con bolsillos periodontales de más de 4 mm, el hilo dental regular no podrá limpiarlos adecuadamente. Tampoco limpia las concavidades en los lados de las raíces de los dientes.
Irrigador dental
También conocido irrigador bucal, este dispositivo dispara un chorro de agua hacia los dientes, retirando la suciedad tanto en la superficie como en los espacios entre los dientes.
Los irrigadores bucales son una herramienta complementaria al hilo dental, pero muchos los usan como reemplazo. Sin embargo, no están diseñados para prevenir caries, sino para ayudar a prevenir enfermedades de las encías.
¿Qué aporta el irrigador dental?
Cómo puedes comprobar, ambos comparten un objetivo común: limpiar los espacios entre los dientes. Ahora bien, ¿en qué casos el irrigador cumple una función irremplazable?
Este está especialmente recomendado para:
- Cuidado de ortodoncias.
- Personas que sufran de sangrado de encías.
- Inflamación de encías.
- Periodontitis o Gingivitis.
La comparación entre el irrigador bucal y el hilo dental es un debate antiguo. La investigación científica actual muestra que la irrigación bucal puede limpiar más profundamente dentro de los bolsillos gingivales en personas con enfermedad periodontal.
Si no padeces periodontitis, ni ninguna de las afecciones anteriores, puedes seguir utilizando el hilo dental sin ningún problema.
Limpieza de los espacios interdentales, ¿cuál es mejor?
El principal uso del hilo dental es limpiar los espacios entre los dientes, conocidos como espacios interdentales, para retirar cualquier resto de comida.
Para algunas personas puede resultar bastante molesto, y si no se tiene cuidado, puede llegar a rasgar el tejido de la encía, dañándolo y provocando sangrando.
En este aspecto, el irrigador bucodental es mucho más útil, ya que el chorro penetra entre los huecos de los dientes y elimina los restos de comida, sin dañar el tejido. Es más, también penetra en las bolsas periodontales a través de los huecos entre las encías y los dientes, limpiándolas de restos de comida y bacterias.
¿Puedo usar el irrigador aunque no tenga problemas de salud dental?
Por supuesto, de hecho, aunque los irrigadores bucales son una herramienta «adicional», algunas personas descubren que no necesitan el hilo dental en absoluto.
Usar el irrigador es una excelente forma de prevenir la enfermedad de las encías, y si tienes un implante dental, te permitirá también prevenir la periimplantitis, una enfermedad inflamatoria que afecta los tejidos alrededor de un implante dental.
Para la sensibilidad dental, ¿cuál es mejor?
Sin lugar a dudas, el irrigador será mejor opción que el hilo dental. Principalmente, porque el chorro, en sus niveles más bajos, puede producir una sensación de masaje en la boca, ayudando a reducir las molestias.
Por si fuera poco, algunos irrigadores incluyen un modo massage o pulse, que hace que el masaje de la encía sea mucho más efectivo y agradable. Bastante práctico para los que padecen sensibilidad.
Además, es posible que tengas las encías inflamadas, o por alguna enfermedad estén irritadas o hinchadas. Si la llegarás a tocar con el hilo dental sentirías mucho dolor.
Úsalos siempre como complemento al cepillado dental
Ahora ya sabes cómo decidir si debes usar un irrigador dental o hilo dental. Sin embargo, hay un error que debes evitar a toda costa, sin importar que artículo utilices: nunca olvides que el hilo dental y el irrigador, son un complemento del cepillo de dientes.
Es cierto, el irrigador y el hilo dental eliminan más placa y restos de comida que el cepillo de dientes convencional. Sin embargo, el cepillo ayuda a reblandecer la capa de placa en la superficie de los dientes, lo que hace que sea más fácil de retirar con el irrigador y el hilo dental.
Para conseguir una higiene bucodental lo más completa posible, utiliza el cepillo de dientes junto con el hilo dental o un irrigador. Obtendrás el mejor resultado tras cada limpieza, notando una sensación de frescura única.
¿Se pueden usar ambos productos a la vez?
No hay ningún problema en combinarlos para lograr una higiene dental óptima.
Primero de todo, utiliza el cepillo de dientes para debilitar la película de la placa bacteriana, para seguidamente hacer lo propio con el hilo dental con la comida y restos atrapados entre los espacios interdentales.
Seguidamente, utiliza el irrigador para limpiar la superficie del diente, así como los huecos entre estos. Y, finalmente, el enjuague bucal para enjuagar tu boca y terminar con una agradable sensación de frescura.
Para que la limpieza sea efectiva, recuerda que tras terminar de enjuagarte no debes comer ni beber nada por los próximos 30 minutos.
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